dijous, 10 de novembre del 2016

¡¡GRACIAS, MENORCA!!

¡¡GRACIAS, MENORCA!!
He tenido la suerte de participar, junto con otros misioneros y misioneras menorquines, en la campaña del DOMUND de este año en la diócesis de Menorca. Era la primera vez que aterrizaba  en esta isla y he podido respirar el ritmo tranquilo con que viven sus gentes,  que han sabido resistir a la tentación del turismo sin control, respetando su entorno natural y la identidad de sus pueblos y ciudades.
He podido conocer una Iglesia viva con fuertes raíces misioneras y bendecida con muchas vocaciones a la vida consagrada en una gran diversidad de carismas, que han entregado y siguen entregando su vida a Dios en el servicio a los hermanos en esta pequeña, pero gran isla que vive abierta al mundo. Hay muchas vidas sembradas en esta isla al servicio del Evangelio y, a su tiempo, habrá una gran cosecha para el Reino. Ahora es tiempo de “siembra” y de “poda” seguro para dar mucho fruto como nos dice Jesús: “Al que da fruto, el Padre lo poda para que dé más fruto” (Jn 15,2)  
Quiero dar las gracias a Dios y  a todas las personas que en estos días me habéis acogido:
a la Delegación de Misiones: gracias Joan y Yola, por haberme invitado y dado esta oportunidad
a  los colegios que me habéis permitido compartir la Fe con vuestros alumnos
a los alumnos y alumnas que me habéis escuchado con tanto respeto e interés, a pesar de que hablo un montón…, pero también porque vosotros no hacíais preguntas…
a las comunidades religiosas que me habéis acogido en vuestras casas y en vuestra mesa: he recibido mucho de todas vosotras, me habéis enriquecido con vuestra entrega, habéis sido un signo de la acción de Dios y de su presencia en esta isla que me ha llenado de esperanza: habrá mucho fruto porque hay mucha “siembra” y mucha “poda”
a las parroquias con las que he podido compartir la Palabra del Señor y la Mesa de la Eucaristía
Gracias al grupo misionero “Una illa pel món”: gracias Rita, gracias Nina, gracias Bep, gracias a todos los que discretamente movilizáis las conciencias y la sensibilidad para ayudar a la labor Misionera de la Iglesia: Dios conoce y agradece vuestra entrega: HABRÁ MUCHO FRUTO. Dios nos está sembrando en la historia de este momento que nos toca vivir para que se renueve la faz de la tierra y surja ese mundo sin fronteras, de hijos de Dios y hermanos de todos los pueblos y culturas, con el que el Padre sueña y por el que Jesús entregó su vida. Ahora nos toca a nosotros, ¡dejémonos guiar por su Espíritu!
Con cariño para toda esta familia misionera de la Iglesia de Menorca.
Rosa Mª Ortega Esteban

Fraternidad Misionera Verbum Dei

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