Feliz Pascua de Resurrección. Paz y Bien. Les
enviamos unas palabras de saludo y agradecimiento en la Pascua
Seguimos trabajando con el mismo ideal y la misma
ilusión aunque los lugares y las personas son distintas y también los
resultados.
.
Estamos en el año de la Vida Religiosa y el Sr.
Obispo, que es claretiano, no pierde ninguna oportunidad de celebrarlo, con
todos los religiosos de la diócesis. El dos de febrero, día de la Vida
Religiosa, organizó una celebración conjunta que duró todo el día y nos dijo lo
que piensa y espera de los religiosos. Nos quiere mucho pero como Obispo es muy
exigente. Hay muchas congregaciones femeninas y las religiosas doblan el número
de los sacerdotes. Hay varias comunidades, de vida apostólica, en cada
parroquia y quieren trabajar pastoralmente en la parroquia. En la diócesis hay
solamente tres colegios de religiosas, que están en San Pedro Sula: dos de las
Salesianas y la otra de las Hijas de la Caridad y la Providencia. Y hay solo
dos colegios de religiosos, uno muy célebre y bastante antiguo de los Hermanos
de las Escuelas Cristianas en San Pedro Sula y que abarca para los que desean,
toda la diócesis, y el otro de los Padres Paules. Las religiosas solo regentan
en la diócesis una casa de ancianos y dos de infancia. Hay una congregación
fundada aquí, que aún es de derecho diocesano, que se dicen del Buen
Samaritano, y cuidan los niños “incurables” que abandonan en los Hospitales.
Todas las demás trabajan en las parroquias. De vida contemplativa, solo estamos
nosotras en la diócesis. De las nueve diócesis que hay en Honduras solo cuatro
tienen vida contemplativa.
En la solemnidad de la Asunción, el quince de
agosto, se van a ordenar siete sacerdotes en la diócesis, que ahora acaban su
año de diaconado. Nunca habíamos llegado a este número y estamos muy contentos
todos. Por aquí no hay diáconos permanentes.
Nuestra diócesis es joven como tal, acabamos de
celebrar las bodas de oro, aunque en nuestra parroquia, La Lima, ya celebramos
los setenta y cinco. Y ya veis que celebramos muchas fiestas, damos gracias a
Dios.
Nosotras vivimos en la región llamada Cortés y es
la más caliente del país, otros departamentos son más frescos. Ahora tenemos de
36-40 grados. Cuando llueve suele bajar algo la temperatura pero no llueve
hasta junio o julio.
Como la lengua es la misma resulta fácil contactar
con la gente, pero la oración como la vivimos y entendemos nosotras, no les
dice nada. La celebración con fiesta les va, pero desde el silencio no lo
conocen y no lo buscan. Ahora hay algunos que buscan oración
contemplativa y hablan de ella. Son un grupo influyente, se ve que viven.
Hasta los conoce el Obispo. Comenzaron aquí, en el monasterio, pero actualmente
tienen sus propios métodos para iniciar en la oración y ayudar para vivirla.
La iglesia se ve alegre y festiva porque la
mayoría son jóvenes y les va la fiesta. Cantan mucho en la liturgia y nunca
celebran sin canto. En la calle, por todo encuentras niños y jóvenes, muy
abiertos y simpáticos. Es un ambiente juvenil.
Podéis ver que hay algunas diferencias, pero lo
que nos llena de gozo a todos es la Pascua del Señor y su presencia en nosotros,
la vivencia de su amor, que les deseo a todos.
Sor
Ma. Dolores Arribillaga
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